Tags : adolescente ansiedad ansiedad generalizada depresión depresión en adolescentes estado de animo mal comportamiento problemas de conducta psicóloga infantil Sabadell psicóloga sabadell psicología Raquel Belllo trastorno de la alimentación trastornos del sueño
La propia adolescencia, como etapa evolutiva del desarrollo, está expuesta a una serie de cambios tanto físicos como emocionales. Es una etapa de confusión e incertidumbre, en la cual se descubre la propia identidad y se acaba de formar la personalidad, por lo tanto no siempre es fácil para los familiares de un chico o chica adolescente diferenciar los síntomas de la depresión entre las dificultades propias de la adolescencia.
A diferencia de los adultos, que tienen la capacidad de buscar ayuda por su cuenta, los adolescentes esperan que las personas de su alrededor reconozcan su sufrimiento.
El mal humor o rebeldía son normales en la etapa de la adolescencia. Pero los cambios persistentes de personalidad, de estado de ánimo o de comportamiento son señales de alerta de que existe un problema más grave.
Las señales de la depresión no siempre son obvias. Los adolescentes con depresión no necesariamente muestran tristeza sino que pueden manifestar irritabilidad, enfado o agitación. Otro de los elementos claves y que pueden hacernos sospechar, es si el chico o chica se aparta de sus amistades y predomina el aislamiento. Las relaciones interpersonales suelen verse afectadas en la depresión adolescente.
También suelen perder el interés en actividades que antes les resultaban agradables, es decir, dejan de practicar algún deporte, algún hobby…
Se observa un peor rendimiento académico y un desinterés por los estudios. Es frecuente que dejen de asistir a clase y sus notas bajen considerablemente. Por ello es importante hablar con el/la tutor/a de nuestro/a hijo/a para saber cual ha sido su asistencia al instituto y si ha observado algún cambio en su comportamiento o actitud.
Hay que prestar atención de igual modo, a cualquier cambio en los hábitos alimentarios, es decir, pérdida del apetito o por el contrario hambre en exceso.
El sueño también suele verse alterado, les cuesta conciliar el sueño, suelen despertarse durante la noche o a pesar de haber dormido las horas necesarias sienten fatiga o falta de energía.
En los adolescentes con depresión predomina la falta de entusiasmo y de motivación, no sienten interés por nada ni le encuentran sentido a nada.
Si como padres sospechan que su hijo/a podría estar deprimido, hable con él o ella de sus preocupaciones de una manera cercana. Incluso aunque no esté seguro de que la depresión sea el problema, los comportamientos problemáticos y las emociones que está viendo pueden ser signos de alarma de un problema que debe hablarse. Hablar con el adolescente sobre sus preocupaciones y hacerle saber que está dispuesto a escuchar lo que le ocurre e intentar ayudarle en lo que necesite. El adolescente necesita sentirse apoyado pero hay que evitar que se sientan acorralados o interrogados.
Consejos para comunicarse con un adolescente deprimido
Es importante escuchar e intentar no juzgar o criticar a su hijo/a.
- Si su hijo se cierra y no quiere hablar al principio no se rinda. Incluso aunque quieran hablar sobre ello, pueden tener dificultades para expresar lo que sienten. Hay que ser respetuoso con los tiempos y no presionar, hasta que su hijo se sienta cómodo para poder explicar como se siente.
- Reconozca sus emociones y sentimientos. Incluso aunque le parezcan absurdos, es importante empatizar y validar sus emociones. Si le quitamos importancia, se sentirán como si no les tomaran en serio. Lo único que necesitan es sentirse apoyados y comprendidos.
El apoyo por parte de sus familiares puede ser de gran ayuda para los adolescentes deprimidos, pero no siempre es suficiente. Cuando la depresión es grave, es necesario buscar ayuda profesional.
Desde nuestro centro de psicología trabajamos con niños y adolescentes, así como con su familia y otros profesionales implicados. Nos adaptamos a las necesidades de cada paciente, ya que, para nosotros es fundamental una buena relación entre psicólogo y paciente como base de la intervención.
Raquel Bello
Nº Col 25124