Cómo afecta la pandemia en los adolescentes
Son un elevado número de niños, niñas y jóvenes quienes padecen las consecuencias de la sexta ola de covid. Uno de los aspectos que más preocupa hoy en día es la pandemia de la salud mental infanto-juvenil. Además de miedo, ansiedad, tristeza, incertidumbre… una de las consecuencias de la pandemia es la sensación de soledad que experimentan el 40% de jóvenes en España y sus consecuencias.
La adolescencia se caracteriza por ser una etapa en la que se consolida y cristaliza la propia identidad, lo cual va ligado a un distanciamiento de los padres y a un acercamiento hacia los iguales. Diferentes factores como los cambios de restricciones por la covid, el aumento de casos, los confinamientos, la constante incertidumbre… suponen una interrupción impredecible en sus interacciones sociales.
A raíz de este sentimiento de soledad se han incrementado el uso de las nuevas tecnologías y de las redes sociales y, consecuentemente, ha aumentado la sobreexposición a los ideales de imagen, la deseabilidad social y el acoso, entre otros. Estos factores de riesgo puedes desencadenar síntomas depresivos, ansiedad, problemas para dormir, trastornos de la conducta alimentaria, fobia social… Y lo que es más abrumador, el incremento de la frustración y las conductas autolesivas y/o la ideación suicida en dicha población.
No es tarea fácil para los padres comunicarse con un hijo/a adolescente en la situación que estamos viviendo. Por eso, desde el centro de PsicoSabadell queremos aportaros algunas pautas para comunicaros con ellos y ellas y ayudar a disminuir el sentimiento de soledad en adolescentes:
- Elegir un lugar de la casa y 15 minutos al día para compartir un momento juntos.
- Mejor si es a solas.
- Dejar que nos hable de lo que quiera.
- Escucha activa, contacto ocular, comunicación no verbal, evitar interrupciones.
- No juzgar ni culpabilizar.
- Ante una situación, además de hablar sobre lo ocurrido, podemos preguntarle sobre sus sentimientos y pensamientos. Podemos hacer de modelo.
- Ante un problema, mejor si le plantemos diferentes soluciones. Fomentaremos así su toma de decisión.
Y más difícil es poder comprender y ayudar a un/a hijo/a que se autolesiona. Algunas recomendaciones, además de las anteriores, son:
- Incrementa los momentos a solas con tu hijo/a. Demuéstrale que no está solo.
- Ofrécele apoyo emocional.
- Vigila tus emociones. Si te muestras enfadado, no darás paso a la conversación y tu hijo/a se sentirá todavía más culpable.
- No es necesario discutir ni amenazar.
- Si rechaza hablar sobre el tema, podéis hablar sobre otras cosas. No es necesario conocer el por qué de la autolesión.
- Respeta su privacidad.
- Ofrécele tu ayuda. Si se encuentra receptivo puedes preguntarle por cómo se encontraba antes de autolesionarse y después de hacerlo.
- No es conveniente ignorar el problema, ya que es un indicador de malestar.
- Busca ayuda de un profesional de la salud mental. Será quien mejor pueda ayudaros y daros las herramientas necesarias a las circunstancias.
Elena Fuertes Izquierdo
Psicóloga General Sanitaria
Experta en Infanto-Juvenill
Nº Col. 27357